Creemos que estás en medio de nosotros, Padre, y en nuestro interior;
creemos que el Espíritu de tu Hijo nos impulsa.
Te pedimos que no dejamos de estar abiertos al Espíritu,
y que sepamos escuchar sus insinuaciones.
Que venga sobre nosotros tu Espíritu
que nos ayude a conocer más a tu Hijo
a través de la Palabra que ahora escucharemos.
¿Qué dice el texto?
Atiende a todos los detalles posibles. Imagina la escena. Destaca todos los elementos que llaman la atención o te son muy significativos. Disfruta de la lectura atenta. Toma nota de todo lo que adviertas. Para la comprensión del texto te pueden servir los comentarios que te ofrecemos a continuación.
Texto (Mc 6,7-13)
En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y añadió: – Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa. Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.
Comentarios:
Según el texto de Mc 3,14-15, el grupo de los doce fue instituido para que le acompañaran y para enviarlos a predicar, con poder de expulsar a los demonios. A él le han acompañado ya suficiente tiempo. Han escuchado su enseñanza en parábolas y sus explicaciones complementarias. Han presenciado sus milagros. Ahora deben emprender la segunda fase del programa, predicando la conversión y dando a conocer la oferta divina de salvación. Para ello reciben unas instrucciones, que conservan su sentido y valor en todo tiempo y lugar. Pueden reducirse a una: deben ir provistos abundantemente de falta de seguridades. Los enviados que confíen más en su propio equipamiento que en la fuerza del mensaje a comunicar perderán su credibilidad.
2. MEDITA…
¿Qué me dice Dios a través del texto? Atiende a tu interior. A las mociones (movimientos) y emociones que sientes. ¿Algún aspecto te parece dirigido por Dios a tu persona, a tu situación, a alguna de tus dimensiones?
Sugerencias:
El profeta misionero es un servidor del mensaje, está al servicio del que envía y del que confía la palabra
Servir a los hermanos y servir a la palabra, y se sabe un medio por quien pasa el único amor que libera, que sana y salva a todos.
• “El Señor es mi fuerza”
• “Padre, te escucho”
3. CONTEMPLA Y REZA…
¿Qué le dices a Dios gracias a este texto? ¿Qué te mueve a decirle? ¿Peticiones, alabanza, acción de gracias, perdón, ayuda, entusiasmo, compromiso? Habla con Dios…
Sugerencias:
Allí donde me envíes, quiero profetizar.
Allí donde me envíes, quiero anunciar tu Palabra.
Allí donde haga falta, quiero servir.
Allí donde me cierren la puerta, quiero rezar.
Allí donde falten los medios, Brille la Buena Noticia
4. ACTÚA…
¿A qué te compromete el texto? ¿Qué ha movido la oración en tu interior? ¿Qué enseñanza encuentras? ¿Cómo hacer efectiva esa enseñanza?
5. COMPARTE…
Si la Lectio se hace en grupo, podéis compartir con sencillez lo que cada uno ha descubierto, para enriquecimiento del grupo.
6. DA GRACIAS…
Puedes acabar este momento con una oración: expresa a Dios lo que has vivido, dale gracias por lo que te ha manifestado, y pide al Espíritu que te haga pasar de la Palabra a la vida.
Gracias, Padre, por lo que me has revelado con esta Palabra,
Ayúdame a progresar en el conocimiento de tu Hijo Jesús
y hazme dócil a la acción del Espíritu en mi vida.
Fuente Oración: Evangelio al dia 2024 Ed. CCS