VIVIR A FONDO | CICLO B – XV Domingo de Tiempo Ordinario

7 julio 2021

MC 6, 7-13

En aquel tiempo, Jesús llamó a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y decía: «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, en testimonio contra ellos». Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

Es necesario que nuestro testimonio no sea esperpéntico o fruto de la impostura: la sencillez y la claridad de la luz del Evangelio son las mejores cartas de presentación de nuestra fe; sin embargo, debemos estar preparados para el rechazo, las adversidades, y las contrariedades. El mejor remedio contra el desánimo es la perseverancia, la solidez,  la fuerza del rayo que no se detiene ante nada y que sólo necesita de su luz  para atravesar hasta la raíz incluso los árboles más duros. Debemos dar gracias a aquellos que nos ayudan a ampliar horizontes, a preparar el corazón, y a llenar nuestro espíritu de luz y esperanza.

Del Salmo 84

Señor, Dios mío;

¡Felices los que viven en tu templo

y te alaban sin cesar!

¡Felices los que en ti encuentran ayuda,

y desean peregrinar hasta tu monte.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  Otras palabras me ayudan

 

COMO LA LUZ

Autor/a: J. L. Hermosilla

 

La luz es:

presencia silenciosa que,

como un manto blanco, lo cubre todo;

arrullo que todo lo reviste de color

con su contacto;

espejo donde todo se refleja.

 

La luz no se ve:

lo que se ve son los objetos

iluminados por la luz.

 

Quien hizo la luz un día nos dijo:

«Vosotros mientras vivís,

tenéis que ser como antorchas luminosas;

así, al veros los demás, recordarán

que salisteis de la Gran Hoguera de Dios.

Sois como chispas de este Fuego Divino».

 

No pongáis vuestra luz bajo la cama,

sino sobre la mesa para que todos la contemplen

y glorifiquen el Padre que da toda luz.

Nosotros tenemos que ser luz, como lo es el Padre:

Él la puso desde el principio en el mundo.

Si aquello que tiene que ser luz

se convierte en tinieblas,

qué lamentable y responsable oscuridad

cubrirá la tierra!

Tenemos que ser, mientras vivamos,

luz, antorcha encendida.

¿Alguna vez te has sentido muy cansado, hasta el punto de querer morir y de pronto un día sientes que tienes la suficiente fuerza para continuar?

ESTE ES DIOS… que te cargó en sus brazos para darte descanso.

Todo es tan sencillo cómo…. ¡PONERSE EN MANOS DE DIOS!

“Demos gracias a Dios por el amor que nos muestra en la cotidianidad, por toda la bondad que hay en Él y en todas las personas que nos rodean”.

COMO LA LUZ

Autor/a: J. L. Hermosilla

La luz es:

presencia silenciosa que,

como un manto blanco, lo cubre todo;

arrullo que todo lo reviste de color

con su contacto;

espejo donde todo se refleja.

La luz no se ve:

lo que se ve son los objetos

iluminados por la luz.

Quien hizo la luz un día nos dijo:

«Vosotros mientras vivís,

tenéis que ser como antorchas luminosas;

así, al veros los demás, recordarán

que salisteis de la Gran Hoguera de Dios.

Sois como chispas de este Fuego Divino».

No pongáis vuestra luz bajo la cama,

sino sobre la mesa para que todos la contemplen

y glorifiquen el Padre que da toda luz.

Nosotros tenemos que ser luz, como lo es el Padre:

Él la puso desde el principio en el mundo.

Si aquello que tiene que ser luz

se convierte en tinieblas,

qué lamentable y responsable oscuridad

cubrirá la tierra!

Tenemos que ser, mientras vivamos,

luz, antorcha encendida

Mientras haya quien denuncie en las aceras,

la injusticia, las promesas sin cumplir.

mientras quede algún peldaño en tu escalera,

no te pares, no lo dejes sin subir.

Mientras siga amaneciendo en cada aldea,

mientras falte una canción por escribir,

mientras sientas que aún te merece la pena,

no te calles, no te quedes sin decir.

Todo va a ir bien, todo va a ir bien,

todo, todo, todo, todo, va a ir bien.

Todo va a ir bien, todo va a ir bien,

de algún modo sé que todo, todo va a ir bien.

Hay ventanas en mitad de mi ciudad,

hay palabras en el aire que nos hacen confiar,

y certezas que nos dan la libertad,

que nos hablan de utopías que contagian valentía,

que nos muestran un camino por andar.

Todo va a ir bien, todo va a ir bien,

todo, todo, todo, todo, va a ir bien.

Todo va a ir bien, todo va a ir bien,

de algún modo sé que todo, todo va a ir bien. (Bis).